Además de promocionar a nuestros clientes, desde Tangram Solutions también queremos dar difusión al trabajo de profesionales destacados como Carolina Jiménez, Layout Artist de Scanline VFX en Vancouver.
Bienvenida Carolina a Tangram Solutions, un placer tenerte por aquí y gracias por hacer posible esta entrevista.
¡Encantada! Gracias a vosotros por la proponerla 🙂
En la actualidad, desarrollas tu trabajo en Scanline VFX. ¿Cuál es exactamente tu labor?
Scanline VFX es un estudio de efectos especiales digitales para cine. Realizamos la post-producción por ordenador de las películas. El proceso que se lleva a cabo desde que acaba el rodaje y se entrega el producto final terminado a sonorización y colorización. Es un proceso complejo que implica muchos artistas de varios departamentos trabajando en equipo durante meses. En mi caso particular, trabajo en el departamento de Layout.
¿Qué camino (y aventuras) has seguido para llegar hasta este momento?
Bufff… El camino ha sido todo un viaje lleno de aventuras, sin duda. Vivir en 5 países, en menos de 6 años, es ya de por sí una fascinante locura. Decidí estudiar 3D y animación desencantada con la arquitectura, la carrera que estaba cursando, y fascinada por los documentales de los DVDs de la versión extendida de «El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo«, que me inspiraron a tomar la decisión de dar un cambio a mis objetivos profesionales e intentar hacer realidad el sueño de trabajar en cine.
Tras acabar mis estudios de 3D, en mi Madrid natal, estuve trabajando en diferentes empresas de varios tipos antes de poder tener mi primera experiencia en el mundo del cine, en Ilion Animation Studios con la película «Planet 51«. Haber metido la cabecita en el mundo del cine fue el primer gran reto cumplido. Dar el salto al cine internacional y salir de España fue el segundo. También se me resistió un tiempo, durante el que trabajé en 3D en varios ámbitos, cuando al fin me llegó la oportunidad de unirme al equipo de Dr. D Studios, en Sídney, Australia, para trabajar en «Happy Feet 2» a las órdenes de George Miller.
El tener ya algo más de experiencia, comenzó a facilitar las cosas un poco, y tras Australia llegó Londres, donde trabajé en MPC en películas como «Prometheus» o «World War Z«. Y entonces llamó Weta Digital, el estudio de Nueva Zelanda que me había inspirado tantos años atrás, y que me invitaban a unirme al equipo de postproducción de la trilogía de «El Hobbit«, entre otros proyectos. Vivir en la Tierra Media de Tolkien, trabajando en una de mis sagas favoritas a las órdenes de Peter Jackson, fue todo un sueño hecho realidad.
Y después de aquella etapa, el siguiente paso natural era venirse a Vancouver. La actual segunda meca del cine, ciudad en la que se producen muchas películas y a la que se están viniendo la mayoría de los grandes estudios de animación y VFX, y a la que han acabado trasladándose también muchos de mis compañeros.
No ha sido un camino fácil, desde luego. Tropiezos, aciertos, decepciones, traslados… Ha sido toda una aventura, ahora que miro hacia atrás y lo pienso un poco. Ha sido duro, pero ha merecido la pena.
¿Cómo es el día a día en Scanline VFX? ¿Y en la ciudad?
Vancouver es una ciudad genial. A pesar de que la vida aquí no es barata, ofrece muchas cosas buenas. Los canadienses son gente increíble. Aunque llueve mucho, esta es la ciudad con clima más benevolente de Canadá. La primavera y el verano están llenos de vida en la calle, parques y playas. El centro de la ciudad está contenido en una pequeña península que la hace muy manejable. Tengo la suerte de poder ir y venir de casa al trabajo andando, mientras escucho mis podcasts favoritos, y eso me parece un lujo.
Un día habitual en Scanline VFX, como en cualquier otro estudio de VFX, consiste en trabajar en los planos que tengamos planificados para ese día, mostrar los progresos en las reuniones diarias que llamamos dailies y después trabajar en los cambios sugeridos o publicar los planos aprobados. Tenemos muy buen ambiente de trabajo y un equipo que es casi como una familia. Es genial trabajar aquí.
Háblanos de Scanline VFX, ¿qué tipo de proyectos realizáis? ¿Cuál es el pipeline de trabajo? ¿Es muy distinto al implementado en otros estudios en los que has trabajado?
Scanline VFX trabaja en películas actuales con fuerte carga de efectos especiales digitales. En concreto, Scanline VFX se caracteriza por tener un software propio de simulación de líquidos muy conocido, y cuya creación fue el germen de la empresa años atrás. Flowline, que es como se llama este motor de simulación, genera masas de líquido y sus interacciones de manera muy realista. Entre eso y que a nuestro departamento de efectos se les da muy bien romper cosas, solemos trabajar en proyectos con secuencias importantes con grandes masas de agua digital o estructuras que se rompen. Participamos en películas y secuencias de todo tipo, pero este es nuestro fuerte.
Podéis ver un buen ejemplo de estas capacidades en recientes producciones como «Independence Day: Resurgence» o «San Andreas«.
El organigrama general del pipeline es similar al de cualquier otro estudio de VFX. Cada estudio tienen sus peculiaridades en los detalles, algunas herramientas propias y diferentes métodos de publicar y compartir información. Unos más complejos que otros, pero similares. En Scanline VFX el proceso es bastante intuitivo y comunicativo, y como en todos los estudios, está en constante desarrollo y mejora.
¿Cuántas personas trabajan simultáneamente en el estudio?
Actualmente somos unos 250 en la sede de Vancouver, la más grande de las 3, y estamos creciendo un poco. Es un tamaño mediano en comparación con los estudios similares que trabajan en las mismas películas que nosotros. Yo creo que es un tamaño manejable, que aún permite la interacción personal cercana y el ambiente familiar hasta cierto punto.
Cuando cambiamos de trabajo siempre nos enfrentamos a nuevos retos. ¿Cuáles te has encontrado al comenzar a trabajar en Scanline VFX?
Siempre que se empieza en un estudio nuevo hay que aprender el manejo de la herramientas nuevas, el método de trabajo concreto de tu departamento, conocer quién es quién, encontrar tu hueco… En general, el cambio fue bastante sencillo, porque las herramientas son bastante intuitivas y el ambiente es muy distendido y acogedor. En todos los estudios en los que he trabajado he encontrado gente encantadora dispuesta a echar siempre un cable al nuevo, que llega siempre algo perdido, y Scanline VFX no es una excepción.
¿Cuál es el plano más complicado al que te has enfrentado en estos años? ¿Por qué?
Recuerdo la dificultad técnica del último plano de «Alice Through The Looking Glass«, o muchos de los planos en la estación Yorktown en «Star Trek Beyond«, de especial complejidad en la animación de cámaras y elementos por la carencia de gravedad. Pero sin duda, la secuencia que más reto supuso para mi fue la de las telarañas del bosque de Mirkwood, en «El Hobbit«. Todas esas telarañas fueron creadas por dos compañeros más y yo. Entre los 3 pasamos varios meses generando telarañas con un simulador, que nosotros mismos estábamos desarrollando junto al equipo de programadores. Fue todo un reto apasionante y cada vez que veo la secuencia se me pone una sonrisa de orgullo en la cara. No fue fácil, pero ahí están.
¿Cuál suele ser tu proceso creativo? ¿Cómo afrontas un plano? ¿Cuáles son las tareas fundamentales del Layout?
La principal tarea del artista de Layout es montar la escena, colocando todos los elementos necesarios en su lugar, atendiendo cuidadosamente a la intención narrativa de la acción que en ella tiene lugar, a la composición artística del encuadre en sí y a la continuidad que debe respetarse en cada plano individua respecto a la secuencia o la película de manera global. Estos elementos que debemos posicionar, animar y hacer trabajar correctamente como conjunto incluyen la cámara de set, el plate de rodaje, los personajes digitales, los set tridimensionales, las fuentes de luz, etc.
La mejor manera de afrontar un plano es conocer bien la secuencia de la que forma parte, la intención interna del plano y la historia general que queremos transmitir. Cada plano dentro de una película tiene un porqué, una intención narrativa. Conocer la historia por la que cada plano está pensado es fundamental para conseguir que dicho plano entregue al espectador la información necesaria, de la forma más artística posible y dentro del estilo particular de la película o el director.
El proceso típico es realizar un listado de los elementos necesarios, de los que puedan ser útiles, y traerlos todos a una escena de Autodesk Maya. Colocarlos, animarlos, nombrarlos correctamente y enviarlos para su aprobación. Una vez aprobados, hemos de publicarlos según las convenciones establecidas en el pipeline para que los artistas que vayan a trabajar en él después de nosotros, normalmente animación, iluminación y efectos, lo encuentren todo en su sitio y sin problemas.
Por si no fuera suficiente tu trabajo al más alto nivel, recientemente has estrenado una serie de vídeos dedicados a los fundamentos de la profesión. ¿Cómo surge la motivación y qué resultados has observado?
Yo siempre he seguido y exprimido a quienes sabían más que yo y he admirado muchísimo a tanta gente que, por simple amor por compartir lo que saben, generan contenido interesantísimo e inspiran a los demás.
Lo mío comenzó cuando mi escuela CICE me invitó en Madrid a dar una masterclass, que se emitió por streaming, 10 años después de graduarme, para contarles a los alumnos del momento sobre mi experiencia en la profesión de los VFX por el mundo. Acepté encantada y para mi sorpresa la acogida fue buenísima y recibí muchos mensajes de agradecimiento, apoyo y consulta de gente que quería saber más. No solo el compartir mi experiencia fue muy positivo para mí, sino que comprendí que quizá iba llegando la hora de aportar algo más por mí misma.
Así fue como reactivé mi blog, que llevaba dormido mucho tiempo, y empecé a escribir algunas cosas y a darle al coco buscando ideas. Buscando material en español para publicar o para mandar a la gente que me preguntaba, me di cuenta de que la mayor parte está en inglés. Y pensé que quizás ese podía ser un hueco a ayudar a rellenar. Cuando finalmente me armé del valor suficiente para ponerme delante de una cámara, comencé a hacer vídeos que creo pueden ser útiles para todos aquellos que quieran saber un poco más sobre cine en general, o VFX en particular. Y la verdad es que están teniendo una respuesta muy positiva, así que espero poder seguir haciéndolos de manera más o menos regular, siempre que mi tiempo libre me lo permita.
Además, eres una apasionada de la información científica. ¿Influye de alguna forma en tu trabajo?
Imagino que influye en mi manera de afrontar ciertos problemas a resolver en el Layout de los planos. Por ejemplo, cuando tengo que tener en cuenta cosas como el realismo de un cielo, o de la velocidad a la que se mueven o chocan los objetos, o el modo en que chocan diferentes materiales. Realmente ese tipo de cosas tenemos que tenerlas en cuenta todos y contamos con programas de simulación y medida muy precisos que ayudan a realizar nuestro trabajo de manera en que el espectador no pueda distinguir en la pantalla qué es real y qué no lo es. No sé si mi interés científico en general hace que mi trabajo salga mejor, pero lo que sí es seguro es que lo vuelve más interesante en ciertas ocasiones.
Una de esas ocasiones fue cuando tuvimos que crear los puentes, pasarelas y demás estructuras de madera dentro de la cueva de los goblins en «El Hobbit«. Durante mucho tiempo, esa fue casi exclusivamente tarea mía y recuerdo poner especial empeño no sólo en que todas aquellas estructuras tuvieran la forma y manufactura esperadas de un goblin de las cavernas, sino que además fueran lógicas y estables. Están formadas la mayoría de ellas de tablones, palos y cuerdas que me tocó atar una a una, al menos en los que estaban más cerca de cámara, y te aseguro que de haber sido reales habrían aguantado en su sitio bastante bien 🙂
En VFX creamos efectos visuales que deben imitar a la realidad lo mejor posible, así que tener interés por conocer cómo se comporta la realidad, que es lo que la ciencia es, no puede ser malo.
¿Cómo llevas el aluvión de solicitud de entrevistas que llevas en los últimos meses? 🙂
Pues con asombro, la verdad. Es algo que no me esperaba nunca que fuera a suceder. Pero supongo que significa que hay un creciente interés por el trabajo que realizamos los artistas de VFX que hasta hace nada éramos totalmente invisibles. Hablar con entusiasmo y claridad de lo que hacemos hace que se comprenda mejor cuánto trabajo hay detrás de las películas y de que mucha gente sienta interés también por dedicarse a ello, así que bienvenido sea todo este ruido. Mi principal objetivo cuando participo con los medios en estas cosas, es hacer comprender al público por qué hay tantos nombres en los títulos de crédito de sus películas favoritas, en qué consiste el trabajo de todos esos compañeros y artistas y cuán fascinante es lo que hacemos.
Gracias a esta visibilidad también me han surgido ocasiones de participar en festivales y charlas para colegios y universidades, lo cual creo que es incluso más importante. Divulgar, concienciar y educar en lo que cada uno en nuestro campo podamos en la medida de nuestras posibilidades es un privilegio y una responsabilidad para quienes vienen detrás.
¿Te planteas regresar algún día a España para trabajar en VFX? ¿Qué lo impide?
De momento no. Además de que la situación política y económica no es la mejor, considero que ahora mismo en España hay poco trabajo de VFX, y el poco que hay está mal valorado o cuenta con poca estabilidad. De momento, los VFX en los que a mí me gusta trabajar se hacen fuera, y después de haber viajado bastante, Canadá es un muy buen lugar para quedarse. A mi chico y a mí nos gusta mucho y nos hemos asentado muy bien. Quizá las circunstancias cambien en el futuro, nunca se sabe qué puede pasar. Pero aunque visitamos España todos los años para ver a la familia y amigos, de momento no tenemos planes de volver.
Con la experiencia acumulada de estos últimos años, ¿qué recomiendas para dedicarse con éxito a los VFX?
Estudiar y practicar mucho. No dejar nunca de avanzar, de retarse a un mismo, de preguntar a quienes saben más, de formarse tanto técnica como artísticamente. Estudiar inglés por supuesto, cine, arte… Armarse de paciencia y disfrutar el camino, que esta profesión de los VFX supone un viaje del que nunca sabrás dónde te puede acabar llevando.
Kerp Photography, mi chico 🙂 Gracias!
Más información | Carolina Jiménez en LinkedIn | IMDb
Créditos: Fotografías de Carolina Jiménez de Kerp Photography.